Colombia/Venezuela : El pueblo Barí o Motilón
Publié le 14 Juin 2023
Publicado el 21 de septiembre de 2018
Indígenas de las selvas del río Catatumbo a ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela, que hablan una lengua chibchana.
En Colombia
5923 personas
La mayor concentración de población se encuentra en Cúcuta y Tilú.
En Venezuela
1.520 personas
Otros nombres
Motilone barí, motilón, barís, barira, dobocubi, cunausaya
Situación geográfica
Habitan en la frontera entre Venezuela y Colombia en la Serranía de los Motilones y en la cuenca del Catatumbo en el departamento de Norte de Santander en Colombia. Viven a ambos lados de la cordillera.
Su territorio tradicional se extendía por la cuenca del Catatumbo-Zulia y parte de Santa Ana. Este territorio se considera reducido por la conquista y colonización española y, más recientemente, de forma aún más drástica por la explotación de petróleo y carbón desde el siglo XX.
Los ríos que atraviesan el departamento convergen en la macrorregión del Lago de Maracaibo (Venezuela).
La región de la Serranía de los Motilones tiene una temperatura media de 24°C, con precipitaciones estimadas en 2.500 mm. El invierno es en abril, mayo y octubre, y el verano en enero/febrero.
Idioma
Esta lengua se denomina BARÍ ARA; es de la familia linguistica chibcha; el dios Sabaseba, es el que organiza el mundo y sus vidas y el más temido de los espíritus es Dabiddu, dueño de la noche, el espíritu que causa el mal y que, con su fatalidad, trae la enfermedad y la muerte a los Barí. En la lengua barí ara, las palabras de los ríos significan seres vivos porque se mueven. Por eso, el pueblo barí sufre mucho, porque está siendo perjudicado por la industria petrolera, y el espíritu lo siente.
Historia
Esta región se caracteriza por un importante contacto entre culturas indígenas. En la época de la conquista española, los Baris ocupaban un vasto territorio que se extendía desde los Andes venezolanos hasta la Serranía de Perijá.
- 1530/1730: El pueblo mantuvo su resistencia a la "pacificación" durante varios siglos, gracias a una serie de mecanismos de supervivencia, entre ellos sus múltiples formas de residencia, que les permitían permanecer en relativo aislamiento.
- Las misiones capuchinas llegaron a su territorio y les permitieron entrar en contacto con la sociedad dominante.
- Empezaron a estudiar la lengua y a catequizar ciertas comunidades, así como a formar aldeas. Mediante la entrega de herramientas metálicas, los capuchinos fomentaron el traslado de voluntarios Baris a los pueblos o a lugares que ellos mismos eligieron para los baris, provocando conflictos con los terratenientes. Estos traslados supusieron cambiar el modelo de vivienda multifamiliar elíptica o circular que albergaba la comunidad (o maloka) por casas unifamiliares reunidas en los pueblos.
- Durante la Guerra de la Independencia, los capuchinos se declararon partidarios del rey de España. Fueron derrotados en 1813 y la mayoría de los baríes que vivían en las misiones regresaron a la selva. En 1817, el obispo de Mérida retiró a los capuchinos la jurisdicción sobre los 5 pueblos restantes, a excepción del pueblo de El Pilar, y todos los demás fueron abandonados.
- Las relaciones entre los Barí y los criollos fueron pacíficas hasta 1882, cuando las tensiones con los terratenientes desembocaron en un enfrentamiento que se recrudeció en 1885.
- En 1905, el general Virgilio Barco recibió la aprobación del gobierno para explotar petróleo, carbón y betún en el territorio Bari. Los capuchinos fueron devueltos por el gobierno colombiano hacia 1910.
- En la primera década del siglo XX comenzó la explotación petrolífera en el territorio, con la construcción de autopistas y la colonización masiva de la región. Los baris reaccionaron violentamente y éste fue el inicio de un largo proceso de guerra contra las compañías petroleras que duró hasta los años sesenta. Para ellos, las prospecciones petrolíferas y mineras suponían una gran invasión de su territorio.
- A finales de los años veinte, los Baris estaban en plena guerra de resistencia.
- En 1931, la familia del general Barco vendió la concesión de Barco a la empresa estadounidense Gulf Oil. Los consejos y ligas indígenas de otras regiones de Colombia se pronunciaron contra las disposiciones del contrato Chaux-Folsom entre el gobierno colombiano y la compañía, y el cacique Quintín Lame escribió una carta a la Cámara de Representantes protestando porque el gobierno había "emprendido a petición de Gulf atacar por la fuerza, con el ejército y la policía, a mis hermanos los indios motilones que viven y cultivan en la región del Catatumbo".
- La guerra entre los Motilones y las compañías petroleras duró 20 años, y se libró de forma muy desigual, con flechas contra fusiles y aviones, hasta el punto de que los nativos tuvieron que ceder 2/3 de su territorio a las compañías y los colonos.
- Una vez derrotados los Baris, las misiones católicas (de ahí los misioneros de la Madre Laura) y evangélicas (Bruce Olson) se convirtieron en los vehículos de "pacificación" y asimilación de los baris a la sociedad venezolana y colombiana.
- En 1963, guiado por los conceptos del indigenismo, el Director de Asuntos Indígenas de Colombia comenzó a trabajar para proteger el territorio aún controlado por los Baris, y más tarde se demarcaron 2 resguardos indígenas y se reconoció su propiedad colectiva: en 1981 el resguardo Bari de Catalaura en los municipios de Teorama, Convención y El Carmen, y en 1988 el resguardo Motilón-Bari de la Gabarra en los municipios de El Tarra y Tibú.
- En el siglo XXI, los Baris se ven nuevamente amenazados por los intereses de empresas mineras venezolanas que buscan expandir la explotación de carbón, y por empresas petroleras de Colombia que desarrollan nuevas operaciones de exploración y explotación minera en su territorio.
También se ven gravemente afectados por los cultivos de coca y los colonos, así como por el conflicto armado.
La intensificación de las actividades misioneras continúa hasta hoy, basada en una política de "integración y desarrollo" de las comunidades baris.
Creencias
Los Baris creen en un dios supremo al que invocan en tiempos de enfermedad, o durante las expediciones de caza y pesca, así como para la cosecha. Este ser supremo, Saymaydodjira, es el dios del principio, antes de la existencia de los Motilones.
La transición de niño a adulto se produce cuando el niño ha adquirido las habilidades necesarias para ser autosuficiente, y tiene lugar durante una ceremonia especial.
Cosmovisión
Sabaseba vino del oeste cuando la tierra era caótica y la ordenó con su trabajo disponiendo el sol, la luna y las estrellas. Cuando cortó una piña, surgió el primer barí y de la siguiente la primera mujer barí, Barira y de la tercera un niño, Bakurita. De las siguientes piñas cortadas surgieron los primeros ñatubai que aprendieron a hacer y manejar malkas y se les dieron territorios. Estos primeros Baris eran saimadoyi, auxiliares de Sabaseba. Enseñaron agricultura, caza y pesca a las demás etnias (yukpa, wayuu, blancos, negros) y se cree que ciertos seres dañinos para los baris nacieron de las cenizas de Sibabio, una anciana que, tras devorar a su nieto, fue quemada por el padre del niño.
Según ellos, en la tierra hay 6 cielos en orden ascendente, habitados por diferentes seres. En el nivel más alto está el sol y Sabaseba, y bajo la tierra hay grandes extensiones de agua y cuevas.
Economía
Practican la horticultura de roza y quema, la pesca y la caza. En los conucos (huertos) plantan los principales alimentos básicos, que son mandioca dulce, plátanos, maíz, caña de azúcar y cacao. También cultivan calabazas, piñas, algodón, roucou y chiles.
Crían cerdos y aves de corral para vender en el mercado, y también trabajan como jornaleros.
Cazan aves, monos, pecaríes, tapires y roedores con arcos y flechas, que también utilizan para pescar.
La pesca es una actividad importante, y también utilizan presas y barbasco para dormir a los peces.
Recolectan el fruto de la palma milpesos (oenocarpus bataua).
Organización sociopolítica
Se organizan en grupos locales de unas 50 personas que poseen 3 bohios o malokas (casas comunales), cuyas relaciones de parentesco se definen en función de los grupos residenciales. En las malokas viven familias nucleares. Las malokas se construyen durante unos diez años en un emplazamiento elegido cerca de ríos abundantes en peces y zonas que no se inundan. Las cocinas están en el centro de la maloka, con los dormitorios de cada familia a ambos lados. En el interior, el núcleo sociopolítico sigue las reglas de la organización social. El jefe de la maloka es el ñatubai, el segundo es el abyiyibai, el tercero es el ibaibaibai; ocupan la maloka en orden desde la izquierda de la puerta de entrada.
Los matrimonios se establecen entre aliados y se prohíben entre parientes.
En la maloka, cada familia se sitúa de forma que los vecinos del hombre sean sus aliados y los parientes de la mujer.
Los extraños son recibidos como parientes.
Una pareja es oficial cuando los cónyuges participan en la construcción de su maloka. El marido vivirá en el grupo de su mujer una vez casados.
Fuentes: ONIC, wikipedia
He aquí algunas traducciones de la página web del pueblo de Bari sobre las amenazas a su territorio.
Petróleo
El pueblo indígena barí no apoya ninguna explotación de recursos naturales en su territorio.
Para nosotros, la tierra es como una madre: quitarle sus riquezas mataría la vida.
Sin embargo, el hombre blanco comenzó a principios del siglo XX con la explotación del petróleo en nuestro territorio ancestral.
Para el Motilón Bari: "La Madre Tierra es una persona viva, no podemos entender este tipo de actividad y nos oponemos a ella, muchos animales de nuestra región han desaparecido, la vida es la tierra, ella sustenta la vida, la vida es el agua y el sol; para nosotros, el petróleo es un problema. Para nosotros, el petróleo es un problema. Nos trae mucha violencia, con las petroleras también vienen grupos armados.
Ferrocarriles
¿Por qué no queremos ferrocarriles?
Porque dañarían la naturaleza y afectarían muchas partes de los sitios sagrados y crearían divisiones de territorio y quién pagaría esos daños, la empresa no creemos y el Estado tampoco.
Por eso estamos en contra.
Carbón: el otro oro negro del hombre blanco
Contra la minería del carbón...
Exigimos la información a la que tenemos derecho, a todas las autoridades que tengan conocimiento al respecto, para que informen al pueblo de Bari sobre lo que está ocurriendo con los proyectos de prospección y extracción de carbón que están en marcha y dónde se van a desarrollar, y si es en territorio de Bari, porque no se nos ha consultado.
Hidroelectricidad
Porque la hidroelectricidad nos amenaza.
Mucha gente conoce la hidroelectricidad.... Sólo lo saben las empresas y el gobierno.... Pero estas son las proyecciones que tiene el Estado al construir esta represa en la región de La Gabarra, lo que significa que inundaría toda la zona de la Comunidad Isthoda, Beboquira y Caricachaboquira y otros sitios sagrados, lo que significa un desplazamiento de estas comunidades a otros lugares.
Las carreteras
Ya existen muchas carreteras en nuestro territorio ancestral. Hay carreteras entre Tibú y La Gabarra, entre La Gabarra, el Sesenta y algunos pueblos, como Caño Mariela.
El aumento de la exploración y explotación de los recursos naturales significará más carreteras.
Las necesitarán para transportar trabajadores y maquinaria, para acomodarse y para exportar la riqueza que extraen de la tierra.
Desplazarán grandes partes de la jselva, y los animales se alejarán.
Acabarán con los ríos y arroyos.
Destruirán la naturaleza con la que vivimos.
Las carreteras son una gran amenaza para nosotros.
En primer lugar por la destrucción que ya hemos mencionado, pero también porque nos muestran que la llamada "civilización" está cada vez más cerca.
Un día, no nos quedará ningún lugar donde vivir nuestra cultura. Rodeados por el hombre blanco, rodeados de carreteras y proyectos de desarrollo. Así, no podemos, no queremos vivir.
Exigimos abundancia de toda planificación de nuevas carreteras en el territorio actual y/o ancestral de nosotros.
Los grupos armados
Frente al conflicto armado interno, el Pueblo Indígena Barí ha asumido su absoluta neutralidad e imparcialidad.
El conflicto armado no es asunto nuestro, es del hombre blanco.
Sin embargo, el conflicto armado nos afecta.
En 2000, un miembro de la comunidad ishtoda, Obed Dora, fue asesinado por las Autodefensas Unidad de Colombia AUC.
En 2001, un miembro de la comunidad de Ogbabuda, William Badjicarora, fue asesinado por la guerrilla.
Cultivos ilícitos y narcotráfico
Nosotros, los indígenas barí, no cultivamos coca ni producimos cocaína.
La cocaína es cosa de blancos. Pero nos afecta. Nos afecta a través de las fumigaciones aéreas y de las acciones de la policía antidrogas y del ejercicio nacional. También nos afecta, porque es parte del conflicto armado.
La fumigación aérea con glifosato ha contaminado ríos y suelos y envenenado nuestro territorio. Sin embargo, se ha incrementado la producción de cultivos ilícitos de coca dentro y fuera del territorio, lo que nos lleva a pensar que algunos Bari están involucrados en esta actividad ilícita, como consecuencia de la estigmatización de nuestro buen nombre y de la integridad física de todos y cada uno de los BARÍ.
Traducción Carolita de un extracto de la página web de los Bari (enlace ya no accesible)
El artículo en francés
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